VELO DE NOVIA: LA JOYA NATURAL ESCONDIDA EN OYOTÚN
El recorrido hasta la catarata es una experiencia enriquecedora.
TURISMO


El recorrido hasta la catarata es una experiencia enriquecedora. A través de senderos rodeados de vegetación, el visitante disfruta de vistas majestuosas y, al llegar, es recibido por un chorro de agua helada que parece un "abrazo de oso polar". Esta travesía combina el esfuerzo físico con la recompensa de un entorno natural impactante, donde el sonido del agua y el aire puro invitan a la contemplación.
Ubicado en la región Lambayeque, el distrito de Oyotún alberga uno de los tesoros naturales más impresionantes del norte peruano: la catarata Velo de Novia, una caída de agua de 34 metros que forma una poza turquesa perfecta para un baño revitalizante. Su imponente belleza y la fuerza de su caída convierten este lugar en un destino imperdible para los amantes de la naturaleza.
Más allá del paisaje, Oyotún es un pueblo que conserva viva la herencia de la cultura Sicán, manifestada en jeroglíficos y representaciones espirituales que revelan la profunda conexión de sus antiguos habitantes con lo sagrado. Este legado, junto con la calidez de su población, da sentido al lugar como espacio de memoria, identidad y orgullo local.
Reconocido como patrimonio cultural por su riqueza arqueológica y natural, Oyotún no solo ofrece belleza, sino también historia y hospitalidad. Visitar el Velo de Novia es sumergirse en un entorno donde el pasado milenario y la vida actual se entrelazan para brindar una experiencia inolvidable.
